En el año 458 a.c. en las Grandes Dionisias, que se venían celebrando todas las primaveras (mes de Marzo), desde su instauración por Pisistrato, el gran dramaturgo Esquilo, presentó su Trilogía "La Orestiada", constituida por "Agamenon", "Las Coéforas" y las "Eumenides", consiguiendo el primer premio. A Esquilo sólo le quedaban dos años de vida y debió resultar para él una gran satisfacción, casi tanta como su orgullo por haber participado en la gran Victoria de Maratón. El argumento de la obra es de todos conocido. Agamenon de vuelta de la guerra de Troya, es asesinado por su esposa Clitemnestra, que en su ausencia había tomado como amante a Egisto, primo de su marido. En la segunda parte de la trilogía, Las Coeforas, Orestes hijo de Agamenon y Clitemnestra que durante ocho años habia estado refugiado en Focida, debido al peligro que corría su vida, vuelve a Argos para vengar la muerte de su padre, que tanto tiempo habia estado esperando, matando a Egisto y a su propia madre. Este hecho debió sorprender al auditorio ateniense, ya que ni en Homero, ni en los distintos antiguos mitos, se mencionaba la muerte de Clitemnestra a manos de su propio hijo Orestes.En la primavera de este año y con el fin de hacer un homenaje en general al Dia Internacional del Teatro y en particular al teatro griego, Juan Manuel Romero Medina y yo, decidimos hacer una vasija, cuya decoración fuera lo más representativa posible de esta manifestación cultural. Junto con la saga de Edipo y sus descendientes, la Orestiada, constituyó una fuente de inspiración inagotable, tanto para el teatro , como para otras manifestaciones artísticas. Es por ello que elegimos el momento culminante de la tragedia, la muerte de Egisto por Orestes, mientras su madre huye despavorida. A partir de aquí, las Erinias (los remordimientos), perseguirán a Orestes hasta conseguir su absolución por el Areopago Ateniense.
El pelike original, obra del Pintor de Berlin, se encuentra en el Museo de Arte e Historia de Viena y fue realizado alrededor del 485 a c. en Atenas, pocos años después de la primera invasión persa, siendo exportado a continuación a Etruria, lo que significó que se salvara de la destrucción acaecida en la ciudad en el 480 a.c. durante la segunda invasión. Su descubrimiento en Vulci a principios del siglo XIX, constituyó una alegría para todos los amantes de la ceramica griega y para nosotros en particular la oportunidad de rendir un homenaje a una más de las muchas invenciones del genio griego, el Teatro.
Δημοσίευση σχολίου
Αφήστε το σχόλιό σας ή κάνετε την αρχή σε μία συζήτηση
Σημείωση: Μόνο ένα μέλος αυτού του ιστολογίου μπορεί να αναρτήσει σχόλιο.